Hace un par de años
en este mismo blog, los invitábamos a ustedes, amables lectores, a sumarse a la
banda. Hasta ese entonces se vislumbraba una serie en potencia de antología y
un clásico moderno ¿Saben ustedes que ocurrió finalmente con dicha serie? Se consagró.
Mr. Robot sienta un precedente y se pone como vara de medición para muchas de
las series más comerciales galardonadas del último tiempo.
Mr. Robot ha
terminado su cuarto y último ciclo. En su momento cuando reseñamos, sólo
teníamos conocimiento de sus dos primeras temporadas, todas las dudas que
teníamos acerca de los personajes en la cima del uno por ciento del uno por
ciento de la población (en especial Philip Price y Whiterose) son respondidas e incluso como preveíamos el
mismo protagonista era parte de aquellos
que jugaban a ser Dios.
Se dice que todo
gran campeón tiene una gran última pelea que dar, o dicho de otra forma; toda gran
banda tiene un disco o una canción en la que alcanza su cenit. Hasta la tercera
temporada, era de los que creían que esta serie ya lo había alcanzado, con el
episodio 3X05 runtime-err0r. Aquellos memorables minutos grabados en
plano continuo, donde Dark Army intentaba ejecutar la fase dos y un Elliot que
intentaba evitarlo a toda costa. Hasta ese entonces (a título personal) , este era
el mejor capítulo, y que consagraba a la serie del señor Esmail. El final de
temporada fue increíble, ya conocíamos las disputas entre Price y Whiterose,
este par nos dejan frases para el bronce como:
- - Prefiero
verte perder, antes que ganar yo – pronunciaba Price en la temporada dos.
- -
Tu éxito
siempre vendrá detrás del mío – exclamaba el ministro Zhang al inicio de la
temporada tres, ciclo en el que Price se posicionaba y pensábamos que se
quedaría con la palabra final, para en el episodio ocho, comprender que quien
mandaba era Zhang/Whiterose.
A sólo días del
final de la temporada tres, USA NETWORK informaba al mundo que la cuarta temporada
sería la despedida. Los fanáticos en el fondo de sus corazones sabían que el final no defraudaría, porque
Esmail, nunca falló claro está, es un genio, un trabajólico y meticuloso
guionista y director, alguien tan detallista y con tanto amor al
cine como lo es el mismo Quentin Tarantino.
Arranca el cuarto
ciclo, a toda velocidad con Elliot organizando un plan para derrocar a esa cima
del uno por ciento, que es la consigna desde primer episodio de la serie,
sumados a la pérdida de un gran personaje. El episodio dos nos hace un resumen
notable en voz de Price acerca del Deus
Group y a Zhang como cabecilla controlador del mundo ¿Todo para qué? La
planta, ay esa jodida planta que tanto misterio y teorías ha arrastrado, todo
el juego de Whiterose, todos los engaños, todas la muertes, todo desemboca en
la planta nuclear de Washinton Township.
Con el correr de
los episodios, descubrimos la motivación de Whiterose, que era la pérdida del
su gran amor. También tenemos el episodio de navidad, que es deleite, un
episodio tenso, pero con toques de comedia; con el Santa ebrio y Darlene.
Repasemos el
episodio cinco, el asalto a los servidores del Banco de Chipre. Dos diálogos.
Uno de Darlene al comienzo, el otro de Vera al final. Suspense en su máxima expresión, un episodio para dejarnos sin
aliento y aferrados a la silla. Con respecto a mi experiencia, cuando Elliot
salta y termina subiendo al automóvil, fue como celebrar un gol de mi equipo favorito.
En el episodio seis, Esmail nos deja descansar un poco , sólo para llevar
nuestras pulsaciones al límite con el episodio siete, titulado 407
Proxy Autentication Required, a no olvidarlo, pues es uno de los
mejores episodios de televisión de la historia, si es que no el mejor. Al debate
entra Ozzymandias (Breaking
Bad).
Cinco actos presentados por Sam Esmail, introducción, desarrollo y
desenlace dirigidos con maestría y por sobre todo, con Rami Malek potentísimo, transmitiendo emociones como hasta ahora no lo habíamos visto, puesto que este
episodio quiebra todo lo construido y genera otro vuelco de tuerca, a poco más
de seis horas del series finale.
Con respecto al
episodio nueve, nos encontramos ya al fin y después de tanta lágrima con el
gran golpe, al fin un poco de retribución, ver a Zhang mordiendo el polvo se
sintió muy bien. El episodio diez, nos sirve como despedida a Darlene y
Dominique, a pesar de ser posiblemente el episodio más relax de la temporada,
no se vive para nada de esa forma cuando lo ves por primera vez. También nos
sirve como despedida del personaje de Bobby Cannavale, no podía terminar la
serie sin un poco más de Irving, quien mantuvo toda nuestra atención en la
temporada tres.
De los episodios finales:
la tríada perfecta
El episodio diez
arranca con Whiterose, bajando las escaleras y exclamando a un agonizante
agente que buscaba arrestarle: “Buscaban
al ministro Zhang, él está muerto, ya no está aquí. THERES IS ONLY WHITEROSE! “–
vaya que villano más grande. Con un Mr. Robot (Christian Slater) en una actitud
menos anarquista, intenta convencer a Elliot de no seguir esta guerra, quien
tiene como objetivo la planta de Washington Township, donde todo inició y donde
todo debería llegar a su fin. Elliot ya tiene el plan y no desiste de este,
pidiendo a su protector que lo abandone, este se une a dos individuos( la madre
de Elliot y a una versión niño de este).
Siguiente escena, el joven hacker de capucha negra, dirigiéndose a la planta,
con Heroes
and Villains de soundtrack , qué mejor elección para describir lo que se venía -en una ciudad llena de héroes y villanos- .
La confrontación final llega, y aquí vamos de nuevo con otra escena para la historia, los discursos
de Whiterose y Elliot acerca del mundo y de su inconformidad con la sociedad
son remarcables. Wow que momentos gente ¡Que momentos! La máquina de Whiterose
se echa a andar y Elliot es transportado a un mundo alternativo, donde todo es
perfecto tiene buenos padres y Angela es su novia. ¡Pero qué diablos acababa de
ocurrir!
A dos horas del final nos encontramos con otro
vuelco brutal. Hasta ese entonces, a la espera del doble episodio final,
surgió una pequeña disputa entre la fanaticada. Habían dos bandos; quienes
estaban encantados con tener un final Sci-Fi como Matrix (ya que claramente la influencia de las
Wachowski en Esmail está, no al nivel Fight Club claro) y otros que encontraron
que no correspondía. Pero que va, siempre pronosticamos que el final de Mr.
Robot sería algo grandioso, en lo personal, creo que me inclinaba más al
Sci-Fi, puesto que las referencias a lo largo de la serie deban para al menos
tener algo por el estilo y no era algo descabellado de plantear. La máquina de
Whiterose nos seguía sembrando dudas; una planta nuclear, el discurso de
hackear el tiempo, las fórmulas probabilísticas de Zhang en una pizarra, las
teorías de realidades alternas y viajes interdimensionales no eran para nada
alocadas, y fue esa la jugada del genio Sam Esmail, así llegábamos al doble
episodio final, sin saber donde estábamos parados ¡Así se cierra una serie!
He aquí el
consejo que di a mis pocos conocidos que seguían el show (porque recordemos que
esto aún no estalla, Mr. Robot es de esas series que obtendrán la fama merecida
más tarde) “Vean la temporada uno si quieren despejar dudas”. El primer ciclo
está cargado de cosas relevantes, puesto que cualquier realizador, al no
asegurar la renovación de su show, intenta abarcar lo más que pueda. Lo más
relevante que encontramos en la primera temporada es sin dudas el primer
episodio, que por cierto es el mejor inicio que una serie puede tener, Hello Friend.
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"Sólo naciste hace un mes " |
Y por supuesto el episodio
cuatro “da3m0ns”, siempre encontré
perturbadora la escena de Angela y Elliot , intrigante a más no poder, sumados
a la bella fotografía en aquel salón
de juegos y la música de Perfume Genius
, esa escena es la vida. El episodio
diez también es significativo, el discurso de lo que es real, en boca de Mr.
Robot y la aparición de su familia. Todo está en la temporada primera.
Las piezas
se unen, las dudas con respecto al funcionamiento de la máquina y el hack son
disipadas, la construcción del bucle en el que el verdadero Elliot permanecía
encerrado, las personalidades múltiples, y por sobre todo la Mente maestra.
Aquel joven de capucha negra nunca fue quien creímos, era la ira, la
insurrección: The Mastermind, quien
pudo hackearse a sí mismo y crearse lo necesario para tener la motivación
perfecta y no fallar en su plan de derrocar al siniestro Deus Group, creando así un mejor lugar para vivir al verdadero Elliot.
Una cuarta
temporada redonda para cerrar así el mejor show de la historia. El más
perfeccionista si de cinematografía hablamos, con temática real y contingente;
enfermedades mentales, concentración de los poderes, corrupción, patriotismo,
relaciones interpersonales, soledad; esta serie lo tiene todo para quien sabe
lo que tiene en frente. Un estándar nuevo en la pantalla chica y un nuevo récord
a ser superado, el desafío de Esmail está sobre la mesa.
*** Hace años tenía una entrada que discutía sobre la mejor serie de la historia, la borré porque estaba muy mal escrita, si usted cree que esto esta mal escrito debería ver mis primeras publicaciones, aunque yo humildemente creo que he avanzado bastante, antes sólo me dedicaba a etiquetar desalmadamente, como hay muchos por ahi, con frases como: "grandes actuaciones" , " guión sólido" , "fotografía perfecta" , "notable desarrollo de los personajes" , "trama bien llevada" y cosas por el estilo que creo a estas alturas y con tantas páginas de facebook e instagram dedicadas al cine, ya no tendría sentido seguir haciendo. Creo que se nota el cambio, entre algunas publicaciones viejas que dejé ( como still alice, dumb and dumber, gone girl) y las últimas ... en este blog estamos aprendiendo a escribir constantemente. ***